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Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) están comprometidos a seguir brindando datos esenciales sobre los TEA, buscar los factores que ponen a los niños en riesgo de TEA y sus posibles causas, y desarrollar recursos que ayuden a identificar a los niños con TEA lo antes posible.

A menudo, no hay indicios en el aspecto de las personas con TEA que los diferencien de otras personas, pero es posible que quienes tienen un TEA se comuniquen, interactúen, se comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas. Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad (dotadas, o gifted en inglés) y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos.

Actualmente, el diagnóstico de TEA incluye muchas afecciones que solían diagnosticarse por separado e incluyen el trastorno autista, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado de otra manera (PDD-NOS, por sus siglas en inglés) y el síndrome de Asperger. Hoy en día, a todas estas afecciones se las denomina trastornos del espectro autista.



Evaluación y diagnóstico

El diagnóstico de los trastornos del espectro autista (TEA) pueden ser difíciles de hacer debido a que no existen pruebas médicas, como un análisis de sangre, para diagnosticarlos. Para hacer un diagnóstico, los médicos observan el comportamiento y el desarrollo del niño.

A veces, los TEA pueden detectarse a los 18 meses de edad o incluso antes. A los 2 años de edad, el diagnóstico realizado por un profesional con experiencia puede considerarse muy confiable.1 Sin embargo, muchos niños no reciben un diagnóstico final hasta que son mucho más grandes. Este retraso significa que es posible que hay niños con TEA podrían no obtener la ayuda que necesitan.

El diagnóstico de un TEA consta de dos pasos:

  • Evaluación del desarrollo
  • Evaluación diagnóstica integral

Evaluación del desarrollo

La evaluación del desarrollo es una prueba corta que indica si los niños están aprendiendo las destrezas básicas a su debido tiempo o si es posible que tengan retrasos. Durante la evaluación del desarrollo, es posible que el médico les haga algunas preguntas a los padres o que hable y juegue con el niño durante el examen a fin de observar cómo aprende, habla, se comporta y se mueve. Un retraso en cualquiera de estas áreas puede ser señal de que hay un problema.

Se les debe hacer evaluaciones para detectar retrasos del desarrollo y discapacidades a los niños en las visitas de rutina al médico a las siguientes edades:

  • 9 meses
  • 18 meses
  • 24 o 30 meses
  • Es posible que se necesiten hacer más evaluaciones si un niño tiene riesgo alto de tener problemas del desarrollo por haber nacido prematuro, tener bajo peso al nacer o por otros motivos.

Además debe evaluarse a todos los niños específicamente para detectar TEA durante las visitas de rutina a las siguientes edades:

  • 18 meses
  • 24 meses
  • Es posible que se necesiten hacer más evaluaciones si un niño tiene riesgo alto de tener un TEA (p. ej., si tiene una hermana, hermano u otro familiar con un TEA) o si presenta comportamientos que, a veces, se relacionan con este tipo de trastorno.

Es importante que los médicos evalúen a todos los niños para detectar los retrasos en el desarrollo, pero, en especial, que controlen a los que tengan un riesgo más alto de problemas del desarrollo debido a que nacieron prematuramente, tuvieron bajo peso al nacer o tienen un hermano o hermana con un TEA.

Si el médico de su hijo no lo controla regularmente con este tipo de pruebas de evaluación del desarrollo, pídale que lo haga.

Si el médico observa cualquier signo de problema, se necesita hacer una evaluación diagnóstica integral.

Evaluación diagnóstica integral

El segundo paso del diagnóstico es una evaluación integral. Esta revisión minuciosa puede incluir observar el comportamiento y desarrollo del niño, y entrevistar a los padres. Es posible que también incluya una evaluación de la audición y la vista, pruebas genéticas, neurológicas y otras pruebas médicas.

En algunos casos, el médico de atención primaria podría decidir remitir al niño y su familia a un especialista para que le haga más evaluaciones y determinar el diagnóstico. Los especialistas que pueden hacer este tipo de evaluación incluyen los siguientes:

  • Pediatras del desarrollo (médicos que tienen una capacitación especial en el desarrollo de los niños y en los niños con necesidades especiales)
  • Neurólogos pediatras (médicos que tratan el cerebro, la columna vertebral y los nervios)
  • Sicólogos o siquiatras para niños (médicos que saben sobre la mente humana)

Referencias

1.    Lord C, Risi S, DiLavore PS, Shulman C, Thurm A, Pickles A. Autism from 2 to 9 years of age. Arch Gen Psychiatry. 2006 Jun;63(6):694-701.

 

Aritculo tomado de: https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/autism/index.html

Además, con la colaboración de la revista digital Tocando Base, Abril 2021. Programa de Psicología Escolar; Dra. Yazmín Mercado Del Valle; Escuela Roberto Clemente Walker 






 

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